martes, 28 de julio de 2009

Del amor y sus demonios

Solo hay una mujer en la tierra que tenga tan largos y dorados los cabellos. Es la bella Iseo. Así reza una leyenda que cuenta la historia del amor eterno entre Tristán e Isolda quienes se amaron por encima de la vida y la muerte. Quién no ha soñado con un amor como ese, un amor capaz de soportarlo todo, incluso la rutina esa que es capaz de destruir cualquier amor solo con el paso de un día tras otro, se clava como finas puntas invisibles, que no sientes, que no ves pero que calladamente van corroyéndote como la intemperie corroe al hierro más fuerte.

Amores como ese son el sueño de cualquiera, pero ¿es fácil ser ese alguien capaz de soportarlo todo, de callarlo todo, de esperarlo todo? Cuando un nuevo amor comienza todo es luz que brilla y refulge como el oro. ¿Pero cuanto tiempo dura la luz sin que aparezcan las manchas? ¿Cuánto dura en aparecer la monotonía? Mi dúo favorito Buena Fe dice en una canción sobre las relaciones de pareja "Espero que te sobren la paciencia y el valor". Es que sobre eso se trata todo: ser paciente para construir y tener el valor de poner un bloque cada día sin importar cuánto demores en llegar al castillo porque la verdad es que lo que se disfruta es el proceso de construir algo, eso es lo que verdaderamente es tuyo. Solo en la medida que das sin pedir nada cambio, dar desde la satisfacción personal de tu amor propio puedes hacer que fluya la magia de la relación. Eso es lo que lo hace especial.

Ser especial para ti y desde ti es lo más importante tienes que creerlo, solo desde ahí eres capaz de dar amor y sentirte bien por eso. Aquellos que no se aman así mismos se sienten incómodos en las relaciones cuando acaba la fuerza avasalladora de la pasión. Esos se pregunta y ahora qué, que hago con mi inseguridad, mi miedo a compartir. Una relación implica responsabilizarse de ella, es como comprar un auto, las acciones de una empresa, una planta, una mascota. Todo son inversiones que requieren esfuerzo y voluntad para el éxito. Todos sabemos que triunfar en el mundo empresarial implica cuidar los detalles, las relaciones públicas, hacer un buen marketing, creer en uno mismo por encima de todo y jugárselo todo a una sola carta. Debes aprender cuáles son tus fortalezas y tus debilidades, cuáles son las amenazas y cuáles las oportunidades.

¿Cuál es la diferencia con él amor de una pareja? Ninguna, como verás, también hay que tener un buen paquete de marketing preparado para enfrentar las crisis, cuidar las relaciones públicas y sobre todo ser detallistas. Debes aprender cuáles son tus defectos y virtudes y cuáles son los suyos, que la hace especial para ti porque debes luchar por ella. Si no puedes no es para ti, o te faltan las agallas para enfrentarte a ello. Construir el amor implica el mismo esfuerzo que construir un gran consorcio empresarial. ¿Tienes las agallas para eso?

Muchas veces las personas pierden la fe como mi amigo Silvio

Mi amor te di, mujer,
y tú me hiciste perder la fe.
Más para que vienes a mí,
es por demás,
de que te sirve ya mi amor sin fe.

Y es que muchas veces dejas el alma hecha jirones en las curvas del camino y te olvidas de ti, de quién eres, de cuánto vales. Tú eres alguien especial y no debes olvidarlo. Construir el amor de pareja es un sueño entre dos pero construir el amor a ti mismo solo depende de ti tal vez debes comenzar por ahí. Y decir como mi amigo trovador:

Puede ser que tu mano abra puertas por siempre cerradas,
O que un beso veloz me lo vuelvas de pronto una espada.
Puede ser que tú seas la llave de un cofre divino,
Y también puede ser que me estrenes como un asesino.
Puede ser que tú seas la mujer que me falta por darle
El vigor que me da un aguacero a las tres de la tarde.
Puede ser que seas tú quien comparta este culto a la lluvia
Bajo un techo de zinc, sobre un lecho, a las tres de la furia.
Puede no ser o ser
Todo mujer.
¿Quién va a saber?
Puede que seas tú
Y puede llover aún.
Y puede que seas
Y que no te vea mi mala salud.

Solo no dejes que te venza la desesperanza, solo debes crecer y esperar para poder decir como Aurore Dupin: "Te amo para amarte y no para ser amada, puesto que nada me place tanto como verte feliz".

1 comentarios:

Ladys Rodríguez dijo...

Katya:

Ante todo decirte que me encanta lo que escribes. Tus reflexiones llegan muy hondo, y nos ayudan a ver las cosas mucho más claras

Coincido contigo en esta entrada. En la adolescencia soñamos con amores de novelas y cuentos donde el amor es arrollador y feliz para siempre. Cuando maduras y comienzas a tener verdaderas relaciones amorosas te das cuenta que el amor es mucho más que eso, es luchar día a día contra la rutina, es llenarse de paciencia para entender al otro y lograr ser entendido, es dar lo que eres y mejorar en lo que te falta, es ser capaz de moldear a la otra persona sin cambiarle la figura y aceptar ser moldeado.

En fin, el amor es tan difícil como subir una montaña, pero no pueden negar que la vista es maravillosa.

Besos, Ladys.