miércoles, 22 de julio de 2009

Amigos para siempre

El valor de la vida se cuenta por la cantidad de amigos que quedan detrás. Hay quien dice que compañeros hay muchos y amigos solos unos pocos. Algunos dicen como Addison Mizner: el cielo nos da los familiares; ¡Gracias a Dios que podemos escoger las amistades! A lo que yo agrego y las amistades te escogen a ti pues según lo que das es lo que recibes. Yo soy de las que piensan que solo sembrando amigos se puede encontrar el verdadero secreto de la felicidad, por eso quiero dedicar esta entrada a mis amigos: los de siempre, esos que no se destiñen a pesar de los años y la distancia, a los que nunca llamo o me llaman, a los que casi no escribo pero que están ahí en todas las circunstancias por excepcionales que sean y que están aquí en mi corazón.

Un buen amigo que ya no está entre nosotros el autor de la mejor de las ocurrencias como lo fue La Tecla Ocurrente del Juventud Rebelde Guillermo Cabrera Álvarez, nos dejaba en un regalo de jueves algo que para mí pasó a ser el regalo de toda la vida, los comparto con ustedes: "Si mueres antes que yo, pregunta si puedes llevar contigo a un amigo. Si vives cien días, yo quiero vivir cien menos uno, para no tener que vivir sin ti. Los verdaderos amigos son como la salud; nunca conoces su gran valor hasta que los pierdes. Un verdadero amigo es quien entra cuando el resto del mundo sale. Mi padre solía decir que cuando uno muere, si tiene cinco verdaderos amigos, entonces ha tenido una vida grandiosa. Sostén a un buen amigo con ambas manos. Sostente en mí, yo me sostendré en ti y estaremos bien. La amistad es una mente en dos cuerpos. No camines frente a mí, que tal vez no te siga. No camines detrás de mí, que tal vez no te guíe. Camina a mi lado. Los amigos escuchan lo que tú dices, los mejores amigos lo que tú no dices. Un amigo es quien conoce la canción de tu corazón, y puede cantarla cuando tú no recuerdas la letra".

Por eso, porque a veces pierdo la letra es que escribo hoy para ustedes mis amigos del alma, mis amigos queridos, para que no olviden que van a ser siempre lo mejor de mi vida. Son miles los recuerdos felices que se agolpan en mi mente y en todos hay un amigo especial. La amistad verdadera lo perdona todo y no guarda rencor, solo un amigo puede decir cuando te equivocas y que debes cambiar, solo el que es amigo no se pone bravo ante la crítica y aprende de ella. El Principito descubrió que solo siendo domesticados como él por su rosa se puede tener una razón para regresar, sin importar los baobabs que plagan tu planeta porque aunque existen miles de rosas solo aquella es única e irrepetible porque cree en ti y sabe lo que vales. Si no has encontrado tu rosa entonces siémbrala, nunca es tarde para empezar.

Hoy me despido con un trozo de canción de Raúl Torres que mi amigo el Diablo Ilustrado nos regaló:

Yo tengo un amigo de nítida fe

Que sueña tener su morada en el sol

Como es su locura no lo aconsejé

Quizás, al contrario, me vaya con él…

1 comentarios:

Arely Beatriz Ascuy Morales dijo...

Hola amiga te luciste en esa reflexión sobre la amistad, ojalá yo esté entre esas elegida como tus amigas, porque tu eres una de mis elegidas y eso creo que lo sabes pero sino es así ahora te enteras