martes, 29 de noviembre de 2011

El día que me quieras.

Acabo de releer un libro de Julio M. Llanes que lleva el mismo título y me asalta la musa, que me hace llenar de palabras este blog. El día que me quieras es un canto al amor desde todas sus expresiones humanas, trata sobre la incondicionalidad y la aceptación del otro sin prejuicios ni estereotipos, a través de la inocencia del amor adolescente se da una lección de la verdadera esencia de la vida. ¿Cuántas veces asumimos el papel del perfecto para quién solo existe la crítica, el deber y las cosas mal hechas? ¿Cuántos creemos en la grandeza del alma humana y luchamos por tratar de hacer del mundo un lugar mejor para aquellos que tienen menos oportunidades y han sido marginados, etiquetados por una sociedad moralista y homogeneizadora?

Ojalá y en el mundo hubieran muchas Ana Sol que entregaran su amor a manos llenas a chicos como Yoel, derrumbando las puertas del desamor y la incomprensión. Ojalá y todos tuviéramos el valor de amar sin esperar nada a cambio, solo la satisfacción de dar derrumbando las barreras que erigen los prejuicios y las clases sociales. Quien fuera como dice Silvio en su canción…

Estoy buscando una palabra

en el umbral de tu misterio.

¿Quién fuera Alí Ba-ba?

¿Quién fuera el mítico Simbad?

¿Quién fuera un poderoso sortilegio?

¿Quién fuera encantador?

Estoy buscando una escafandra,

al pie del mar de los delirios.

¿Quién fuera Jacques Custeau?

¿Quién fuera Nemo el capitán?

¿Quién fuera el batiscafo de tu abismo?

¿Quién fuera explorador?

Corazón obscuro,

corazón con muros

corazón que se esconde,

corazón que está donde,

corazón en fuga,

herido de dudas de amor.

Estoy buscando melodía

para tener como llamarte

¿Quién fuera ruiseñor?

¿Quién fuera Lennon y McCartney,

Sindo Garay, Violeta, Chico Buarque?

¿Quién fuera tu trovador?

Corazón obscuro...

Quisiera creer que todavía existen personas que conservan la inocencia y creen en el amor, quisiera creer que hay esperanza en este mundo cada vez más turbulento. Quisiera creer que el amor es eterno, impasible y que se queda varado a pesar del tiempo. Quisiera creer que como dice Ana Sol yo no sea la última romántica y que el mundo esté plagado de jóvenes que sueñen con encontrar su sol. Por eso me despido con el código de Ana Sol esperando que se convierta en nuestro código también:

· Actuar como si el fracaso fuera imposible.

· Hable exclusivamente de sí mismo y de sus intereses sin quejarse, vanagloriarse y aburrir.

· Escribir una carta sin emplear ni una sola vez las palabras yo, mi, mío.

· Cree que lo tienes y lo tienes.

· No solo de pan vive el hombre.

· Si tu honra no te espera ni corriendo a caballo la alcanzas.

· La vergüenza vive más que la pobreza.

· El que no tiene paciencia, nada tiene.

· El miedo es mal consejero.

· El amor hizo al mundo.

· El olvido es la muerte (no me mates, por favor)

0 comentarios: