sábado, 31 de octubre de 2009

Cumpleaños.

Mañana es mi cumpleaños, el día que Dios me dio la vida usando a mis padres como vehículo. Me alejo más de la niña que fui y me acerco a la mujer que seré, he crecido por la pura diversión de vivir y he descubierto que el don más precioso es amar. Para muchos los cumpleaños no son importantes porque le temen a envejecer o simplemente no tienen con quien compartirlo. Para mí cumplir años es especial, es dar gracias por haber vivido otro año y comenzar uno con nuevos retos e ilusiones.

El día de mi cumpleaños es el único día de los 365 del año que realmente me pertenece, aunque lo comparta con otros que como yo nacieron ese día. Es el día que por pura confabulación divina salí a conocer y recorrer el mundo. ¿Nunca han pensado en el misterio entrañable que encierra nacer?

Por más que se planifique tener un hijo no podemos escoger exactamente el día en que será concebido, por más que calculemos el día del nacimiento no podemos tener la certeza de que ocurrirá el día esperado, porque lo que casi siempre pasa es que ocurre el día menos pensado. Ocurre el día señalado por los astros, las estrellas, el destino o que se yo cuantas cosas casuales o no que influyen en este hecho al parecer tan sencillo.

Cumplo años y estoy feliz, simplemente así, por que no le temo a vivir, a envejecer, a sentir. Solo espero que el próximo año sea mejor y más sabia, que pueda abrir mi alma al amor con más fuerza y desinterés. Solo espero que pueda dar más de lo que di este año porque entonces tendré la certeza de recibir más. Por eso les dejo mi regalo de cumpleaños pues así tengo la fe de que yo también recibiré lo suficiente:

Te deseo el suficiente sol para mantener tu actitud brillante.

Te deseo la suficiente lluvia para apreciar más el sol.

Te deseo la suficiente felicidad para mantener tu espíritu vivo.

Te deseo el suficiente dolor para que los pequeños placeres de la vida parezcan más grandes.

Te deseo la suficiente ganancia para satisfacer tus deseos.

Te deseo la suficiente pérdida para apreciar todo lo que posees.

Te deseo los suficientes holas para que te lleven a través del adiós final.

Dicen que toma un minuto encontrar a una persona especial, una hora para apreciarla, un día para amarla, pero una vida entera para olvidarla. Disfruta especialmente de la gente a tu alrededor, y desea a todos lo ¡suficiente!

viernes, 16 de octubre de 2009

¿Quién es mi prójimo?

La vida espiritual consiste en amar.

No se ama porque se quiera hacer el bien,

o ayudar, o proteger a alguien.

Si obramos de ese modo,

Estamos viendo al prójimo como un simple objeto,

y nos estamos viendo a nosotros como personas

generosas y sabias. Esto nada tiene que ver con el amor.

Amar es comulgar con el otro,

Es descubrir en él una chispa divina.

Thomas Merton.

Hoy recibí un regalo maravilloso que me ha hecho reflexionar para esta entrada. Muchas veces inmersos en la rutina cotidiana dejamos de lado a Dios y olvidamos que nos movemos por la inmensidad de su obra, rodeados de sus signos de amor. Hoy quiero reflexionar acerca del prójimo, quien es el prójimo, ese que forma parte del mandamiento más importante que nos legó JesúsAma al prójimo como a ti mismo”.

Muchas veces me he encontrado con personas que profesan la fe desde las diferentes prácticas religiosas tradicionales, personas que se enorgullecen de cumplir con los preceptos en su vida pero que sin embargo se convierten en inquisidores en diferentes situaciones y ante diferentes personas. Siempre me pregunto ¿quién es mi prójimo? Entonces recuerdo las escrituras y pienso en el fariseo, el samaritano y la prostituta y ahí está mi respuesta. ¿Cómo podemos olvidar que mi prójimo no es aquel que se parece a mí que comparte mi forma de vivir la vida? Mi prójimo es el excluido ese que por el color de su piel, su orientación sexual, su marginalidad o ser seropositivo al VIH, es rechazado por todos, llevado al filo del mundo de los supuestos “normales” que dictan las leyes. ¿Cómo podemos olvidar que amarlos a ellos nos redime? Amar al prójimo no es fácil sobre todo cuando primero debes amarte lo suficiente y luego debes equilibrar ese amor y darlo en la misma proporción. Amar al prójimo significa romper con los prejuicios y los escrúpulos, es compartir no dar lo que sobra, es defender a ese que es diferente con la misma vehemencia con que me defiendo de las críticas y sorteo los escollos.

Eso no quiere decir que los demás comprendan tu modo de ver la vida, en Jerusalén no comprendieron a Jesús, a Pedro lo crucificaron en Roma, a Juan Pablo II trataron de matarlo y perdonó a su asesino. Poner la mejilla también es difícil pero más lo es querer al que no se parece a ese que vive muy distante de mí y a quien ignoro cada día. Por eso quiero poner una frase de Gracián, El criticón: Los más en el mundo no conocen ni examinan lo que cada uno es, sino lo que parece; y creedme que de lejos tanto brilla un claveque (cristal de rosas) como un diamante; pocos conocen las finas virtudes ni saben distinguirlas de las falsas.

Por eso ama sin pedir nada y ama a ese que no te atreves a mirar, al que no soportas, al que quisieras borrar, descúbrelo, que en él puede que se esconda la magia que buscas en tu vida. Dios está ahí tras esa persona y no olvides que como dijo León Tolstoi :El que hace sufrir al prójimo se causa daño a sí mismo. El que ayuda a los demás se ayuda a sí mismo.